A pesar del anuncio, la empresa garantiza que proseguirá el desarrollo de chipsets integrados que combinen las prestaciones gráficos con los procesadores comunes que habitualmente acompañan sus productos x86. “Nos hemos dado cuenta de que la integración de estas dos funciones es algo cada vez más frecuente, como demuestra en modelo 810”, explica Mike Sullivan, portavoz de Intel, en referencia al chip set lanzado a principios de año.

Para algunos analistas, no obstante, el verdadero motivo de la salida de Intel de este mercado es que la empresa no ha sido capaz de acompañar la evolución de la competencia, que tiene hoy en día chips mucho más rápidos y potentes que cualquier proyecto en desarrollo de la firma. “Intel quiso competir con empresas como ATI, NVidia y S3, grandes especialistas en este sector que en los últimos tiempos han sacado al mercado chips que convierten los productos de esta firma en un humilde aprendiz”, afirma Dean McCarron, analista de la consultoría Mercury Research.

Intel tenía planes para lanzar nuevos chips gráficos, el i752 este año y i754 en el 2000, pero ha decidido cancelar su desarrollo y su lanzamiento para centrarse en la integración de capacidades gráficas en sus chip sets. El primer resultado de este cambio de estrategia lo materializará el nuevo 810e, un conjunto de procesadores específicamente pensado para los Pentium III que aparecerá antes de final de año. El integrado es una evolución del 810 que actualmente se comercializa para los Celeron.

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