Plateosaurus
	Plateosaurus: 
  Significa reptil plano. El mayor herbívoro antecesor suyo tenía el tamaño de 
  un cerdo grande, pero este dinosaurio alcanzaba el tamaño de un autobús. A 
  veces andaba a cuatro patas y se alimentaba de plantas bajas. Otras, se erguía 
  sobre sus musculosas patas traseras y buscaba su alimento en otros lugares. 
  Podía divisar a lo lejos un grupo de helechos gigantes y dirigirse hacia allí 
  para almorzar. A diferencia de los dinosaurios anteriores a él, podía llegar a 
  la copa de los árboles más altos. Se han encontrado muchos esqueletos suyos. 
  Vivió en casi toda Europa, y sus fósiles han aparecido en 50 sitios distintos. 
  Quizá la razón de que sobreviviera tan bien se deba a que no tuvo que competir 
  con otros dinosaurios para conseguir alimento. Ninguno que los dinosaurios 
  vivieron al mismo tiempo que él eran suficientemente grandes como para 
  alcanzar la copa de los árboles. Tenía los dientes laminados y con los bordes 
  irregulares. Los usaba para arrancar las hojas de las ramas y para triturar 
  los bordes duros. Algunos científicos creen que comía carne además de plantas, 
  porque sus dientes eran irregulares como los de los terópodos carnívoros. Pero 
  tenía los dientes más gruesos que los de la mayoría de estos carnívoros. Los 
  dientes y mandíbulas no estaban bien adaptados para masticar. Probablemente 
  tragaba piedras que llegaban al estómago y actuaban como un molinillo, 
  convirtiendo el alimento en puré. Aunque se apoyaba fácilmente sobre sus patas 
  traseras para alcanzar la comida, le resultaba difícil caminar en posición 
  erecta. Su cuello, largo y flexible, hacía casi imposible que anduviera sobre 
  las patas traseras. Si intentas doblar los dedos hacia atrás, comprobarás que 
  apenas ceden. La forma de tus huesos hace que ese movimiento sea casi 
  imposible. En cambio, este animal podía doblarlos muy fácilmente. Sus cinco 
  dedos eran notables; los apoyaba en el suelo, como dedos, pero si quería 
  agarrar algo, los doblaba hacia delante formando una garra tan fuerte como 
  unas tenazas. Realmente, sólo tenía un arma útil, su pulgar con garra en forma 
  de guadaña. No era un dinosaurio de movimientos rápidos y no podía confiar en 
  la velocidad para escapar. Tampoco tenía dientes como puñales. Cuando era 
  atacado, usaba la garra de su pulgar, que también era útil para recoger 
  comida. Últimamente se ha discutido bastante sobre su alimentación y otros 
  prosaurópodos. Se acepta que estos dinosaurios desciendas de antepasados 
  carnívoros, y se ha sugerido que tal vez ellos son carnívoros en parte. Tenían 
  mandíbulas fuertes, dientes afilados, enormes garras en los pulgares y 
  extremidades poderosas. Sin embargo, se rechazó la prueba por considerarla un 
  mero hecho circunstancial, en un informe al respecto elaborado en 1.986. Todas 
  las características del esqueleto de los prosaurópodos apuntan a una dieta 
  herbívora. Los dientes son propios de los herbívoros, es probable que 
  utilizaran la enorme garra para arrancar hojas y para luchar, y relativa 
  abundancia de los prosaurópodos, como este dinosaurio, que dominaba las 
  comunidades de su tiempo, demuestra que era el antílope de la época, pues las 
  comunidades de animales contienen menos carnívoros que herbívoros. Sus dientes 
  de tipo terópodo que se encontraron en las proximidades de los esqueletos, no 
  pertenecían a este dinosaurio y demás, sino que los carnívoros que se 
  alimentaban de ellos, y se trataba de dientes sueltos que se habían caído en 
  la prisa de morder alguna articulación sabrosa. Podía alcanzar 8 metros de 
  longitud y 2 metros y medio cuando se alzaba sobre sus patas traseras. Sus 
  primeros esqueletos se han encontrado en Alemania, Francia y Suiza. Vivió en 
  estos lugares hace unos 210 millones de años, en el Triásico superior.